Cómo mejorar la seguridad del hogar a través de la domótica
Controlar el funcionamiento del hogar a través de aplicaciones está siendo cada vez más demandado. Edwin Elberg, director senior de Desarrollo de Productos de ClaroVTR, sostiene que “la domótica está ganando terreno principalmente por aspectos de seguridad y en el mercado hay un sinfín de dispositivos, sensores y aplicaciones”.
Elberg recalca que al digitalizar y automatizar el entorno se logra mayor eficiencia a la hora de monitorear los diferentes espacios de nuestra casa. Agrega que el kit básico de inicio debiese considerar una cámara para monitorear el interior del hogar, una ampolleta inteligente que permita programar acciones como horario de encendido y apagado, un sensor de movimiento para detectar posibles intrusiones en la casa, enchufe inteligente para programar acciones como el encendido de electrodomésticos y un sensor multipropósito de apertura para puertas, ventanas o muebles.
“En Claro contamos con un kit con estos cinco dispositivos llamado Smart Home, que cuesta $84.900 y que permite monitorear la casa desde el celular, sin importar dónde se encuentre el usuario y sin la necesidad de tener un hub que sincronice los equipos, porque solo requiere de wifi en su casa y está disponible para iOS, Alexa y Android”, dice el experto.
El ejecutivo advierte que a la hora de comprar este tipo de aparatos, las personas deben fijarse en el protocolo de comunicación que tienen. Es decir, la manera en que se comunican y que puede ser infrarroja, Wifi, Bluetooth, Zigbee, Z-Wave y KNX, NFC, entre otros. “Para redes pequeñas como una casa, lo más popular es Wifi, que permite mandar volúmenes importantes de datos en poco tiempo”, subraya.
Elberg afirma que la domótica también ofrece en los hogares “una gestión más efectiva del control de acceso, por ejemplo, de la mano de un timbre que incorpore cámara y parlante o una chapa inteligente, que nos permite dejar en el pasado las llaves físicas”.
La domótica permite el monitoreo a distancia y la simulación de presencialidad, lo cual mantiene la casa activa a través de sensores, luces, sonidos o electrodomésticos inteligentes controlados vía aplicaciones. De esta manera, las casas u oficinas pueden pasar de ser entornos pasivos a interactivos.