¿Qué pasó con la eficiencia energética en las edificaciones?
Por Paula Araneda, Ingeniero Civil, MBA Universidad de Chile, Jefe de División Tecnología de la Construcción IDIEM.
La crisis climática nos tiene en alerta y todas las industrias de alguna u otra forma están tomando cartas en el asunto. Pero esto debe ser más que una declaración de buenas intenciones y cada vez más se exige un compromiso que genere acciones concretas que aporten hacia la sustentabilidad.
En este sentido, la industria de la construcción no ha estado ajeno a estas exigencias y por ello se han establecido certificaciones de sustentabilidad en las edificaciones que acrediten la implementación de modelos constructivos responsables con el medio ambiente y el ahorro de energía.
Es así como a partir de 2008 y hasta 2013, hubo un gran boom en la certificación ambiental de edificios privados, siendo la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design o Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) la más usada. Aquí Chile tomó una posición de liderazgo a nivel de Latinoamérica, respecto al número de edificaciones certificadas, casi todas ellas edificios de oficinas.
Además, en esos años nació la certificación nacional CES (Certificación Edificio Sustentable), la cual se aplica hoy a los edificios públicos mediante exigencias en las bases de licitación. A partir de 2013, el interés por certificarse decayó y actualmente son muchas menos las edificaciones que lo hacen y por su parte CES no ha permeado a edificios particulares o privados.
Entonces: ¿qué pasó con este interés por certificar? ¿Nos dejó de interesar la sustentabilidad en los edificios o cambiamos el foco?
El concepto de sustentabilidad en construcción suele entenderse con un alcance muy amplio y, por lo tanto, quizás es natural que esté sujeto a ciertas "modas" pasajeras, pero ¿qué es lo que nos debe importar y saber traspasar al público en general? Debemos salir de la academia, de lo teórico, e intentar que estos conceptos sean parte del lenguaje común de los usuarios de casas y edificios de todo tipo, pues no es sólo que la edificación sea sustentable, sino que su uso y sus habitantes también lo sean.
¿Es posible que en 10 años más estemos manejando autos eléctricos o con baterías de litio, pero sigamos viviendo en casas sin aislación y calefaccionadas con leña o combustibles fósiles?
Las certificaciones de eficiencia energética y medioambientales en edificaciones son un primer paso para avanzar en la construcción sustentable y poner el tema en conocimiento de la ciudadanía. La calificación energética de viviendas, CEV, que hasta ahora ha sido voluntaria y que espera prontamente ser obligatoria, significará el gran cambio comunicacional que necesitamos para hacer un punto de inflexión en el conocimiento y conciencia colectiva sobre la importancia de construir sustentable, no obstante, aún nos queda mucho más por desarrollar.