Un reciente catastro de proyectos residenciales entregado por la consultora Tinsa refleja que las ventas de vivienda nueva en la Región Metropolitana han experimentado una disminución de 7% en comparación con el trimestre anterior y un 16,7% si comparamos con el mismo trimestre del año anterior.
“A pesar de esta nueva contracción, el escenario muestra un interesante punto de inflexión en el comportamiento de la demanda, la cual ha trasladado su interés a aquellas comunas donde el segmento arrendatario es más fuerte. Esto nos permite concluir que la compra con motivo de inversión ha sido el ancla durante este periodo”, señala Fabián García, director general de Tinsa.
A diferencia de trimestres anteriores, el informe muestra que no existe una disminución generalizada de la venta, siendo las comunas de Quinta Normal (+200%), Recoleta (+34%), San Joaquín (+9,6%), Conchalí (+8,6%), Independencia (+8,1%) y Santiago Centro (+6,4%) las que muestran un repunte importante en la venta interanual de viviendas nuevas.
“Este rendimiento individual puede ser leído como un cambio relevante en las tendencias, donde el razonamiento del comprador de vivienda ha ido cambiando gradualmente, desde ser propietario de la vivienda donde reside, a ser propietario de la vivienda donde invierte”, explica García.
Según el ejecutivo, la expansión de la ciudad y el mejoramiento de la infraestructura urbana, como las nuevas líneas de Metro, son factores determinantes para generar plusvalía, “que pueden ser captadas por quienes tienen la posibilidad de adquirir vivienda para arrendar a un tercero, obteniendo los beneficios de las rentas de arrendamiento y la plusvalía urbana”.
Por otro lado, las comunas que han mostrado mayores contracciones en la venta de vivienda nueva son aquellas que tienen un stock relevante de unidades para segmentos medios. Ñuñoa, muestra una contracción interanual de -25,7% pasando de cerca de 750 unidades vendidas en el 2T de 2023 a 560 unidades, aproximadamente, en el 2T de 2024.
“Nuestro catastro nos ha transparentado que en el último trimestre de este año no se han otorgado nuevos permisos relevantes para proyectos de vivienda, agudizando el peso relativo del stock en entrega inmediata en la comuna y mermando el volumen de compradores que obtienen promesas de compraventa a la espera de un mejor escenario crediticio en 2025 y 2026”, sostiene Fabián García.
Por otro lado, San Miguel, Macul y La Florida también han mostrado un retroceso anual relevante en el volumen de venta trimestral de viviendas para segmentos medios, con una contracción -34,7%, -29,3% y -28,4%, respectivamente.
Otro resultado relevante es que las comunas que están fuera del primer anillo urbano de la capital han captado el interés de quienes buscan su primera vivienda. Comunas como Peñaflor, Padre Hurtado y Colina han mostrado un importante incremento en sus ventas frente al 2T de 2023, con un +78,9%, +10% y +9,6% respectivamente.
Lo anterior se debe, según el ejecutivo de Tinsa, a las ventajas competitivas, tanto de precio como de superficie de este tipo de mercados en un escenario donde las modalidades híbridas de trabajo se han transformado en un “must” para muchas empresas, permitiendo a una fracción importante de capitalinos aperturar las fronteras del anillo Américo Vespucio a la hora de buscar un lugar donde vivir como propietarios.
A juicio de García, los datos muestran que la capital chilena sigue los pasos de las grandes urbes a nivel mundial, donde los centros urbanos son ocupados principalmente por arrendatarios y donde aquellos que buscan ser propietarios prefieren espacios alejados del centro de la ciudad y que cuenten con buenas vías de acceso a la misma. “Es así, que no llama la atención el repunte en las ventas de comunas con fuerte presencia de arrendatarios como Santiago Centro y Quinta Normal o que Colina y Peñaflor se están articulando suburbios donde se ha generado el mayor repunte en ventas de la capital”.
La proyección de Tinsa es que una fracción mayor de proyectos opten por modificar su mix de productos, por uno que logre hibridar mejor entre residentes y arrendatarios, desarrollando amenidades que permitan mejorar el control de los inversionistas y maximizar las rentas de quienes buscan invertir, “ya que este segmento, al parecer, será una pieza fundamental en el mejoramiento de la venta de vivienda nueva en los siguientes años en el Gran Santiago”, concluye Fabián García.